Bienvenido a este blog que fue creado en la carrera de Ciencias de la Educación. Te invitamos a compartir momentos agradables e inolvidables
jueves, 25 de noviembre de 2010
sábado, 20 de noviembre de 2010
viernes, 19 de noviembre de 2010
¿Existe la felicidad?
Dicen que la felicidad no existe. Otros lo ven como una utopía. Yo creo que la felicidad está siempre ahí, sólo que a veces la dejamos a un lado buscando la negatividad de las cosas.
Mi visión sobre la felicidad, no es la de una felicidad plena, sino la de una felicidad a pequeña escala, escalón por escalón, es decir, no creo que exista una felicidad plena para toda la vida, sino la felicidad de pequeños momentos, de pequeñas cosas, de ratos compartidos.
Creo que la felicidad se basta en metas. Nos proponemos conseguir algo y en su camino hacia ello, tenemos pequeños momentos de felicidad. Cada paso que damos y vemos que vamos avanzando de la manera deseada, es un momento de felicidad, cada paso en falso, es un momento de aprendizaje. Sólo que cuando conseguimos nuestra meta, la felicidad tiene fecha de caducidad y es cuando debemos buscar otro proyecto.
Alguien me dijo una vez... "es curioso, te pasas toda una vida viviendo sin saber nada de alguien, de repente un día, la conoces y plass, se convierte en alguien esencial, sin ser de tu sangre, sin apenas saber nada de la persona, pero de repente, tu vida tiene sentido, todo alrededor de esta persona..." Y sí, es tan real como la vida misma. Es la persona que te da los altibajos y altialtos (sí, creo que me inventé la palabra). Somos felices cuando estamos junto a esa persona, nos olvidamos del resto, queremos alargar el tiempo, no importa el que hacer, sino hacerlo con ella... y nos dan bajones cuando no la vemos, cuando nos dicen que esta mal, cuando nos sentimos impotentes por no poderle ayudar.... y nos alegramos cuando nos dice que somos importante, que nos quiere, que nos añora...
Definir la felicidad sería algo muy complejo y trabajoso, pero si de algo estoy segura, es de que existe, a pequeña escala, por momentos... pero existe...
Necesito de tí, estar contigo, tenerte cerca, pasar cada segundo junto a tí... para poder decir que la felicidad infinita existe. Te quiero mi niña, eres mi razón de seguir en mis días, lo que me hace querer luchar, querer ser mejor persona. Si la felicidad tuviera nombre propio, sería el tuyo.
Dicen que la felicidad no existe. Otros lo ven como una utopía. Yo creo que la felicidad está siempre ahí, sólo que a veces la dejamos a un lado buscando la negatividad de las cosas.
Mi visión sobre la felicidad, no es la de una felicidad plena, sino la de una felicidad a pequeña escala, escalón por escalón, es decir, no creo que exista una felicidad plena para toda la vida, sino la felicidad de pequeños momentos, de pequeñas cosas, de ratos compartidos.
Creo que la felicidad se basta en metas. Nos proponemos conseguir algo y en su camino hacia ello, tenemos pequeños momentos de felicidad. Cada paso que damos y vemos que vamos avanzando de la manera deseada, es un momento de felicidad, cada paso en falso, es un momento de aprendizaje. Sólo que cuando conseguimos nuestra meta, la felicidad tiene fecha de caducidad y es cuando debemos buscar otro proyecto.
Alguien me dijo una vez... "es curioso, te pasas toda una vida viviendo sin saber nada de alguien, de repente un día, la conoces y plass, se convierte en alguien esencial, sin ser de tu sangre, sin apenas saber nada de la persona, pero de repente, tu vida tiene sentido, todo alrededor de esta persona..." Y sí, es tan real como la vida misma. Es la persona que te da los altibajos y altialtos (sí, creo que me inventé la palabra). Somos felices cuando estamos junto a esa persona, nos olvidamos del resto, queremos alargar el tiempo, no importa el que hacer, sino hacerlo con ella... y nos dan bajones cuando no la vemos, cuando nos dicen que esta mal, cuando nos sentimos impotentes por no poderle ayudar.... y nos alegramos cuando nos dice que somos importante, que nos quiere, que nos añora...
Definir la felicidad sería algo muy complejo y trabajoso, pero si de algo estoy segura, es de que existe, a pequeña escala, por momentos... pero existe...
Necesito de tí, estar contigo, tenerte cerca, pasar cada segundo junto a tí... para poder decir que la felicidad infinita existe. Te quiero mi niña, eres mi razón de seguir en mis días, lo que me hace querer luchar, querer ser mejor persona. Si la felicidad tuviera nombre propio, sería el tuyo.
martes, 16 de noviembre de 2010
lunes, 15 de noviembre de 2010
jueves, 4 de noviembre de 2010
Cuento de Filosofía
El Esta es la historia de un hombre al que yo definiría como buscador
Un buscador es alguien que busca. No necesariamente es alguien que encuentra. Tampoco esa alguien que sabe lo que está buscando. Es simplemente para quien su vida es una búsqueda.
Este buscador, fue un dia a un pequeño pueblo. Un poco antes de llegar al pueblo, una colina a la derecha del sendero le llamó la atención.
La rodeaba por completo una especie de valla pequeña de madera lustrada… Una portezuela de bronce lo invitaba a entrar. De pronto sintió que olvidaba el pueblo y sucumbió ante la tentación de descansar por un momento en ese lugar. El buscador traspaso el portal y empezó a caminar lentamente entre las piedras blancas que estaban distribuidas como al azar, entre los árboles. Dejó que sus ojos eran los de un buscador, quizá por eso descubrió, sobre una de las piedras, aquella inscripción … "Abedul Tare, vivió 8 años, 6 meses, 2 semanas y 3 días". Se sobrecogió un poco al darse cuenta de que esa piedra no era simplemente una piedra. Era una lápida, sintió pena al pensar que un niño de tan corta edad estaba enterrado en ese lugar… Mirando a su alrededor, el hombre se dio cuenta de que la piedra de al lado, también tenía una inscripción, se acercó a leerla decía "Llamar Kalib, vivió 5 años, 8 meses y 3 semanas". El buscador se sintió terrible mente conmocionado. Este hermoso lugar, era un cementerio y cada piedra una lápida. Todas tenían inscripciones similares: un nombre y el tiempo de vida exacto del muerto, pero lo que lo contactó con el espanto, fue comprobar que, el que más tiempo había vivido, apenas sobrepasaba 11 años. Embargado por un dolor terrible, se sentó y se puso a llorar. El cuidador del cementerio pasaba por ahí y se acercó, lo miró llorar por un rato en silencio y luego le preguntó si lloraba por algún familiar.
- No ningún familiar – dijo el buscador - ¿Qué pasa con este pueblo?, ¿Qué cosa tan terrible hay en esta ciudad? ¿Por qué tantos niños muertos enterrados en este lugar? ¿Cuál es la horrible maldición que pesa sobre esta gente, que lo ha obligado a construir un cementerio de chicos?.
El anciano sonrió y dijo: -Puede usted serenarse, no hay tal maldición, lo que pasa es que aquí tenemos una vieja costumbre. Le contaré: cuando un joven cumple 15 años, sus padres le regalan una libreta, como esta que tengo aquí, colgando del cuello, y es tradición entre nosotros que, a partir de allí, cada vez que uno disfruta intensamente de algo, abre la libreta y anota en ella: a la izquierda que fu lo disfrutado…, a la derecha, cuanto tiempo duró ese gozo. ¿ Conoció a su novia y se enamoró de ella? ¿Cuánto tiempo duró esa pasión enorme y el placer de conocerla?…¿Una semana?, dos?, ¿tres semanas y media?… Y después… la emoción del primer beso, ¿cuánto duró?, ¿El minuto y medio del beso?, ¿Dos días?, ¿Una semana? … ¿y el embarazo o el nacimiento del primer hijo? …, ¿y el casamiento de los amigos…?, ¿y el viaje más deseado…?, ¿y el encuentro con el hermano que vuelve de un país lejano…?¿Cuánto duró el disfrutar de estas situaciones?… ¿horas?, ¿días?… Así vamos anotando en la libreta cada momento, cuando alguien se muere, es nuestra costumbre abrir su libreta y sumar el tiempo de lo disfrutado, para escribirlo sobre su tumba. Porque ese es, para nosotros, el único y verdadero tiempo vivido.
Nuestra reflexion:
Vivimos, vivimos, y vivimos. Con agobios, estres y sufrimiento...pero da igual la raza, el color de la piel, la ideologia, la religion,... que tengamos cada uno. Todos acabamos de la misma forma. En un ataud. Y es esto...que al final, solo nos quedamos con los momentos felices...y si vivimos 90 años, realmente lo unico vivido, son los momentos de felicidad, los cuales...no son esos 90 años, sino dias, meses, quizás años...
Debemos darnos cuenta, de que la felicidad plena, no se puede encontrar, solo nos acercamos a ella cuando de verdad toda nuestra vida...a sido de felicidad^^
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